Poema y foto de águila en un árbol de la ciudad de Durango

Hoy por la mañana me encontré un águila en el paseo de las alamedas, rápidamente la capturé en una foto que comparto con ustedes. Y como no es común encontrar águilas posadas en árboles del mero centro de una ciudad, me llegó la inspiración de crear un poema que inmortalizará ese momento único. Dice así:


Águila orgullosa de tu noble origen, que emprendes el vuelo hacia las alturas tal como lo hace el pueblo duranguense.
Tu pose gallarda y altanera, es un reflejo del orgullo que sentimos por haber nacido en esta tierra bendita.
Tú que seguramente ves a los ángeles en el cielo, no le das mayor importancia a los inmundos acontecimientos que suceden bajo tus imponentes alas.
Oh, Señora águila voladora, emperatriz del viento, emblema de la victoria, arráncame la vida par...

...Momento, el ave que aparece en la foto no es un águila sino uno de esos zopilotes hediondos que tanto abundan en las alamedas y los parques Guadiana y Sahuatoba de Durango.

Dos personajes sexys de los 70's y 80's

Por un lado tenemos a la mamacita Debbie Harry, cantante del grupo Blondie. Me cae que yo si me casaba con ella, véanla en sus buenos tiempos.


Por otra parte tenemos al bajista y cantante Benjamin Orr, del grupo The Cars.


¿A poco no se parecen? Cualquiera pensaría que son parientes.
Ahora viene la disertación filosófica: Aunque ambos personajes son (bien) parecidos y tomando en consideración que estoy enamorado de Debbie Harry, eso no significa que me guste Benjamin Orr.

L.A. Park y sus elocuentes disertaciones

Como lo he mencionado anteriormente, creo que L.A. Park es un gran luchador, una fuerza incontenible de la naturaleza. Pero sobre todas las cosas, he descubierto que además es un gran filósofo, y sino me creen, chequen la gran sabiduría que emana ésta frase que se aventó en TV:

"Si algún culo va a ser tuyo, solo se va a venir a ensartar"

He aquí el ominoso sermón de L.A. Park:

Catedral bizarra abandonada, padrecito ausente

Regresé a éste sacrosanto recinto para encontrarlo todo polvoriento, muy abandonado, ya casi nadie lo visita, ni yo.
Regreso a mi capilla para recobrar fuerza, son tiempos aciagos.
Pero no se vale que empiece de chillón como mariquita sin calzones, siempre hay que cumplir con el deber, así es que:
¡Uno, dos, tres arriba corazones!