Libros reseña: Sombra y Luz del Periodismo

Autor: Daniel Ramos Nava.
Año: 2016.


A principios de octubre de 2016, estaba dándole un vistazo a la programación del Festival Revueltas de ese año y vi que iban a presentar una colección de libros denominada “Sombra y Luz del Periodismo”, autoría de Daniel Ramos Nava. Me llamó la atención porque sabía que dicho periodista encabezó un proyecto de gran envergadura llamado Cima, que pretendía establecer una cadena de periódicos en diversos estados del norte de México y sur de EUA. Como una bronca de esas no se la avienta cualquiera, deduje que el autor ofrecería un producto interesante y acudí a la mencionada presentación.
El evento fue realizado en el museo Francisco Villa, y los presentadores fueron los periodistas Verónica Terrones (que estaba en Canal 10 y ahora es directora de Comunicación Social del gobierno del Estado de Durango) y Rubén Cárdenas (del Siglo de Durango). Pos ahí me di cuenta de que la obra es una colección de tres tomos y cada uno por separado costaba 160 pesos, pero si los compraba en conjunto me hacían un espectacular descuento de 10 pesos en cada libro; sobra decir que no podía dejar pasar esa gran oferta.


De que se tratan:
Con 60 años como periodista y después de haber viajado por todo el mundo desempeñando su profesión, el duranguense Daniel Ramos Nava hace un recuento de su trayectoria, medita sobre la naturaleza de su trabajo, y nos brinda múltiples anécdotas e historias. Para ello, divide su exposición en tres tomos:
El primero se llama Prensa-Gobierno, Una Pugna Sin Fin, donde nos comparte su punto de vista sobre el estira y afloja entre ambas instituciones a nivel internacional, nacional y local, comparándola a un duelo de esgrimistas.
El segundo se denomina El Reportero, Un Quijote Sin Lanza Ni Escudo revelando  usos, costumbres y audacias que hacen los periodistas para conseguir su información, así como las andanzas del proceso de impresión. También nos comparte el origen de la palabra chayote que se aplica a los periodistas vendidos, las líneas y valores que emplean o deberían aplicarse en los periódicos, etc.
El tercero es Libertad De Prensa, Entre La Utopía y La Realidad. Contrariamente a lo que anuncia el título, aquí se aborda ligeramente el tema de la libertad de prensa, pero en su lugar se presenta un amplio recuento histórico sobre el origen y desarrollo del periodismo.

Veredicto Bizarro:
  • La colección es una aportación importante en el ámbito del periodismo duranguense, considerando que los documentos de este tipo aún son escasos en nuestra localidad. Los estudiantes de comunicación encontrarán una rica veta de conocimiento, y los reporteros tendrán en sus manos un compendio dictado por un viejo lobo de mar, donde expone cómo debe ejercerse el oficio.
  • Lo que más me gustó fueron las anécdotas, pues ilustran a detalle situaciones increíbles y fascinantes en la vida del periodismo.
  • Daniel Ramos Nava maneja la pluma con señorío, demuestra por que es un protagonista destacado en la historia del periodismo duranguense.
  • En el último tomo el autor nos explica por qué los reporteros son herederos de los chanates (urracas, pues).
  • Pero la colección tiene detalles: En cada libro repite los casos de Julio Schrerer y Proceso, Carmen Aristegui y la Casa Blanca, un editorial que él escribió en el Sol de Durango que lo enfrentó con el entonces gobernador de Durango, y algunas imágenes. Como no hay mucha diferencia en cuanto a la información que presenta, para quienes tenemos los tres tomos dicha información es redundante. Creo que Don Daniel pensó que la gente compraría los libros por separado.
  • En cuanto a la cuestión técnica, el autor menciona sus fuentes durante el transcurso del texto, pero al final de la obra no hay un listado de las mismas, por lo tanto si se quiere checar algún dato sobre la bibliografía consultada, hay que aventarse un clavado al interior de cada libro.
  • El contenido está desglosado en capítulos sin nombre. Los subtítulos si tienen nombre pero no los relaciona con alguna materia en particular, lo que impide ubicar temas fácilmente; tal como en el caso anterior, hay que releer grandes extensiones de texto para ubicar algo de nuestro interés.
Calificación: 9.
La colección es muy buena y rica en información, su redacción es accesible para todo mundo. No le puse el diez por los detalles técnicos que comenté. No sé dónde pueda estar el libro a la venta, pero edita el Instituto de Cultura del Estado de Durango, seguramente ahí les dan información.
El autor tiene una publicación semanal que se llama DGO, ahí también deben tenerlo.

Libro reseña - Un Diálogo con Durango

Título: Un Diálogo con Durango.
Autor: Oliver Anderson.
Año: 2015.


De que se trata:
Pos tienen ustedes que a finales de 2015, dentro de las actividades culturales que anuncian en los periódicos locales, me percaté que iba a presentarse un libro de un autor cuyo único antecedente que yo tenía, era el de una estupenda fotografía que le tomó a la plaza de armas y que anda circulando por internet. Por la calidad de esa imagen supuse que se trataba de un fotógrafo chipotles, y por el título de su obra, deduje que tendría fotos de Durango. Para no quedarme con la duda, fui de chismoso a la presentación que se efectuó en el museo Francisco Villa.
     Cuando llegué, el evento ya había empezado y uno de los comentaristas de la obra estaba alegando que él y Oliver Anderson se habían enfermado de los riñones debido a la tensión que sufrieron por sacar una pesada carga de trabajo. Un comentario más que se me quedó grabado fue el de otro presentador que es fotógrafo, quien meditabundo se preguntaba de dónde había salido la inspiración de Oliver Anderson para capturar las imágenes que ilustraban el libro, que tal vez no tenía nada que hacer los domingos por la mañana y se llevaba su cámara a ver que encontraba, lo cual generó una simpática risa entre los asistentes; el aludido volteó a ver a su compañero con ojos de "te la bañaste"; de hecho cuando el autor tomó la palabra, lo primero que hizo fue responder a ese cuestionamiento, y después ya explicó la génesis del libro.
     Pos ya estando ahí, el libro se me hizo barato y lo adquirí. En las primeras hojas se advierte: queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación, por cualquier medio o procedimiento, sin para ello contar con la autorización previa, expresa y por escrito del autor. Como no tengo nada de eso y no quiero broncas legales, en el presente sermón no voy a a poner ninguna de las imágenes ni voy a reproducir las sesudas reflexiones bilingües con las que Oliver adereza sus fotos, únicamente presento la portada y contra portada, asumiendo que es lo que podría ver cualquier persona en una librería.


     Hay dos textos introductorios: uno es de Manuel Paredes Gómez  y el otro es Luis Carlos Quiñones Hernández. Ambos mensajes hablan sobre lo mismo: que las fotos de la obra presentan la faceta urbana anquilosada de Durango, pero me gustó más el texto de Manuel Paredes porque es directo, conciso y efectivo; el estilo del otro compa es ampuloso. Ignoro quienes sean ellos, pero me imagino que deben ser chipotles para andar prologando libros.
     Las imágenes están en blanco y negro. Muestran lugares de nuestro Durango por las que nadie daría un peso por ser tan cotidianas, e incluso tal vez intrascendentes, pero creo  que no vemos los mensajes ocultos en ellas. Por ejemplo, yo creía que era el único que se había percatado que hay lote abandonado en la calle de canelas en cuya pared puede leerse "Herrería for sale"; tiene años y creo que no se ha vendido porque la mayoría de los durangueños no sabemos inglés. Hay otras fotos que son muy valiosas, pues muestran zonas donde estaban las vías del ferrocarril y que ahora ya no existen pues recientemente se transformaron en un boulevard. O esa otra donde vemos un aparador lleno de tangas, y un Oliver absorto nos dice que es evidente saber cuando estás frente a un verdadero artista ¿Nos quiere decir que es un maestro en fotografiar esas prendas íntimas, o que ondas?.

Veredicto Bizarro:
  • Creo que el libro vale más de lo que cuesta, es un trabajo muy bien logrado y de calidad, el papel está chido. Durante la presentación alegaban que las imágenes no eran digitales sino de película fotográfica (de rollo, pues). La verdad no sé tanto de esas cuestiones técnicas, pero para mí son irrelevantes porque logran su cometido de deleitar mi pupila.
  • Hay algunas fotos borrosas que no les entiendo nada, creo que la cámara se disparó sin que se diera cuenta el fotógrafo.
  • Dejé mi libro en el carro y como hacía calor, cuando regresé ya estaba doblado como buñuelo y no he podido enderezarlo. El material de las pastas no aguanta ambientes cálidos.
  • El tono decadente del libro me gustó; parece una rola de doom metal convertida en imagen. 

Calificación: 9.
No le doy el 10 por las fotos borrosas. La contraportada señala que Oliver Anderson Huerta es bloguero pero no encontré su domicilio en esa vecindad. No se donde puedan adquirir el libro, pero el autor tiene Facebook, ahí pueden preguntarle.