Sucede que Mario Almada es una figura muy popular. En sus primeras películas había imprecisión en su propuesta fílmica, pero gradualmente se fue puliendo hasta convertirse en un emblemático actor y director que le dio vuelta al inframundo mexicano con películas de narcotráfico, mafias, cantinas de mala muerte, prostitutas, etc.
Firmemente establecido, Don Almada se consolido como un icono nacional y empezó a sobrepasar su género, para actuar en películas de corte mas “serio”.
Pero Mario Almada ha trascendido nuestro inmundo plano existencial: para él ya no hay límites terrenales, tal como lo demuestra en su película Guardianes de la Dimensión Prohibida (Homero Guadarrama-1996), una hilarante película de proporciones cósmico-espirituales, que nos presenta la historia de un mesías mexicano que debe pasar diversas pruebas para convertirse en el elegido, y así salvar a sus compatriotas. Esta proeza es el equivalente mexica de filmes como La Última Tentación de Cristo, Matrix, Star Wars, El Señor de los Anillos, Pi el orden del caos, etc. De aqui es donde surge mi preocupación, por que se me hace que Mario Almada se ha dado cuenta que cuando uno le mete ideas espirituales o religiosas a la gente, empiezan a aflojar la lana de inmediato (sobre todo con el merchandising: fotos, estampas, rosarios, adornos, velas y demás chucherias).
Pero volviendo al filme, ¿De que se trata esta invaluable Mágnum Opus? Pues sucede que un maistro mecánico aficionado a la cerveza, empieza a tener unos misteriosos sueños premonitorios que no son provocados por sus grandes parrandas, sino que él es clarividente (según los ocultistas, el don de ver el futuro es uno de los poderes más elevados que puede desarrollar una persona; en el caso de nuestro mecánico es una virtud natural, y por lo tanto, eso lo convierte en un iniciado). El protagonista (que además es karateca) vive en el desierto de Huatabampo, Sonora, y frecuentemente acude a la cantina del poblado más próximo para curarse la cruda, y comentar las visiones con su mejor amigo. Las intensas pláticas se desarrollan a ritmo de las cumbias más sabrosas de la programación radiofónica, acompañadas con botana, cerveza fría, sexy-meseras y uno que otro albur.
De regreso a su casa, el protagonista se encuentra en el camino a una güerota bien buena que se llama Kaslawa, quien por medio de telepatía le advierte que ella también tiene poderes. Le explica que existen mundos paralelos al nuestro, que hasta el momento está separados gracias a puertas interdimensionales que han permanecido cerradas; sin embargo, dichas puertas están a punto de resquebrajarse y un ejército proveniente de otro plano existencial se abrirá paso hacia nuestro mundo para conquistarlo. Por lo anterior, ellos dos deben permanecer juntos e impedir la invasión con sus poderes.
Mientras se desarrolla esa platica telepática, y sin previo aviso, la penetración interdimensional ha comenzado en la mencionada cantina de Sonora: se aparece un guerrero con leotardo negro y cabeza de Robocop que en un brazo tiene una metralleta de rayos laser, acompañado por otra güera pintada de la cara como los integrantes del grupo Kiss, que además sabe artes marciales y tiene la facultad de mimetizarse con el medio ambiente para atacar a sus enemigos. Los parroquianos de la cantina son masacrados, pero como afortunadamente en México los cuerpos de seguridad pública son muy eficaces, elementos de la policía judicial inmediatamente llegan en una camioneta para entablar una encarnizada y heroica lucha contra los agresores sobrenaturales. Sobra decir que las balas no tienen la misma efectividad de los rayos laser, y los judiciales son derrotados. Sin embargo, como los telépatas detectan esa violenta variación en las vibraciones de la realidad mexicana, llegan al lugar de los hechos pero el mecánico es asesinado y Kaslawa es secuestrada para llevarla como rehén a la otra dimensión.
A pesar de que en ese momento el panorama es totalmente sombrío, providencialmente llega el gran Mario Almada, y como si fuera un mago ranchero con botas, cobija, sombrero, escopeta y barba de una semana, rescata el cuerpo del mecánico profeta para revivirlo con sus poderes. Master Almada explica que él es un guardián interdimensional, y que ayudará a nuestro protagonista para desarrollar plenamente sus poderes. De ésta manera, Mario Almada se convierte en una especie de maestro Yoda mexicano que entrena a su Luke Skywalker azteca. Pero antes de enfrentarse a sus adversarios (y como es mandilón), nuestro héroe primero rescata a su amada de las garras del enemigo.
Así las cosas, todo esta dispuesto para la realización de la gran batalla final, que se desarrolla en tres frentes:
1.- El guardián interdimensional (Mario Almada) combate a las huestes invasoras en la playa. Su objetivo es impedir que se apoderen de nuestro plano existencial, mientras el elegido atraviesa un mar dimensional para combatir al líder enemigo. En un duelo titánico, Mario Almada logra derrotar con su escopeta a sus contrincantes que usan rayos laser (recordemos que anteriormente las balas de los judiciales no fueron efectivas, por lo tanto, eso nos hace suponer que Mario Almada utilizó balas rezadas, que según la narcocultura mexicana, son aquellas que se sumergen o son hervidas en agua bendita para que no fallen en el blanco y derriben al enemigo).
2.- Kaslawa utiliza sus poderes para mantener abierto el portal dimensional, y garantizar de esa manera que su amado mecánico logre regresar sano y salvo.
3.- Por último, el protagonista cual si fuera un tritón nopalero, atraviesa nadando las inmensidades del océano interdimensional que lo separan del líder invasor, y en un feroz combate mental, el enemigo resulta ser el lado oscuro de la fuerza del propio mecánico (algo así como un Darth Vader tercermundista). Para nuestra fortuna los buenos siempre ganan, y este filme no es la excepción.
Mientras paladeaba mi sopa maruchan acompañada con una pepsi, meditaba sobre las implicaciones filosófico-metafísicas de ésta película surrealista, que en verdad me dejó sorprendido. Es increíble la forma en que se combinaron inocentemente en un mismo lugar, imágenes o elementos provenientes de entornos completamente distintos y aparentemente contradictorios (lo que algunos llaman kitsch).
Es muy simpático observar los iconos que adopta nuestra cultura popular, para poder asimilar complejos temas espirituales: el elegido es un mecánico borracho que se refugia en cantinas, su maestro es un viejo pistolero rural, la novia es una güera piernudota, etc.
Cuando terminé de ver la cinta, estaba muy preocupado por que Don Mario Almada tiene mucha penetración con la raza, y si se le ocurre decir que tiene contacto con el Señor (de los Anillos), eso significa que la gente le podría hacer más caso a él que a mi, lo cual significa un peligro para los ingresos que generan las lismosnas y el diezmo de mi catedral.
Intelectualmente, la película puede ser resumida autoaplicándome el comentario que un personaje ocasional le hace al protagonista, cuando le platica sus visiones: “Amigo, usté esta loco, ya esta viendo chingaderas (sic)”.
Bien, por darle su debido homenaje al único e irrepetible Sharpei mexicano, el maese Almada. Mi estimado compadre, prócer de la cultura chatarra en Durango, le envío un gran abrazo.
ResponderEliminarGracias por las inmerecidas porras compadrito. Recuerda las cheves que tenemos pendientes, ya esta apalabrada Sor Bette para acompañarnos, y también vendrá otra Sor-Presa pa' que nos acompañe. La ceremonia será en mi templo "Cornucopia".
ResponderEliminarSoLo Un CoMeNtArIo: EL SEÑOR,MAS BIEN,EL SEÑORON,AMRIO ALMADA SE MERECE TODO EL RESPETO,EL NO SE MERECE QUE LO INSULTEN COMO LO HISO LA EL O LA ESTUPIDA QUE VEMOS EL LA PRTE DE ARRIBA,SOLAMETE LES DIGO Y NO A´EL O A ELLA ESTO VA PARA TODOS CADA VES QUE HABLEN DE MI VIEJO,EL MAS GRANDE [MARIO ALMADA ]SOLAMETE QUE SEA PARA BUENOS COMENTARIOS, Y SI LES CAE MAL PUES ENTREN A LA PAGINAA PORFIS PORQUE A MI SI ME PUEDE Y NO ME GUSTA QUE HABLEN MAL DE EL. GRACIAS
ResponderEliminarBYE BYE
PERDON QUIZE DECIR EN LA PAGINA PRINCIPAL
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