Por designio divino, no es posible que nos equivoquemos debido a que somos los representantes del Señor (de los Anillos) en la tierra. Pero en esta ocasión su padrecito favorito, yo Monseñor Bizarro, ante Ustedes realizaré algo inédito en la historia religiosa, un increíble acto de magnánima redención: aceptare que cometí una equivocación al hablar mal de una persona, pero no solo eso, sino que además pediré perdón ante todos ustedes.
Ad maiorem Dei gloriam.
Antes de humillarme públicamente aceptando un error que cometí al prejuzgar a un gran director de cine, quiero advertir que el Señor (de los Anillos) siempre con su infinita misericordia ve con muy buenos ojos que nosotros los padrecitos seamos humildes, son puntos buenos pa' cuando colguemos los tenis y lleguemos al cielo (algo asi como el equivalente de carrera magisterial de los maestritos mexicanos).
Y si no tengo suficientes puntos buenos para llegar al cielo, pues de todos modos está la opción de comprar indulgencias, ya que para aquellos que no lo sabían, la iglesia puede perdonar nuestros pecados siempre y cuando le paguemos una lana (indulgencias).
Inicio esta confesión recordando que cuando vi la película Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott-1979), fue la primera vez que tuve un orgasmo cinematográfico; como ustedes se imaginarán, se convirtió en mi película favorita. Esta cinta tuvo una estupenda secuela llamada Aliens, el regreso (James Cameron-1986). Por esta razón, cuando en 1992 se preparaba el estreno de Alien 3, estaba muy emocionado por que había vivido lo suficiente para ser testigo del grandioso capitulo final de mi saga favorita. Pero cuando salí del cine, Alien 3 me dejo sumamente decepcionado por que era muy confusa, aburrida, y pesimista.
Estaba muy molesto por lo que había pasado, y le eché la culpa de todo al director David Fincher, alegando que como había sido su primera película, la responsabilidad le había quedado demasiado grande.
Como estaba indignado con David Fincher por que arruinó mi relación sentimental con el Alien, decidí que debería atacarlo ferozmente. Pensé: “Voy a vengar esta afrenta humillándolo públicamente”, así que empecé a investigarlo para saber a que se había dedicado anteriormente para desprestigiarlo, lo cual hice por radio, revistas y sermones dominicales en mi catedral.
Mis primeras pesquisas me revelaron que en sus inicios, Fincher hizo algunas tomas y efectos especiales para las películas El regreso del Jedi (Richard Marquand-1983) e Indiana Jones y el templo de la perdición (Steven Spielberg-1984). Ante estas revelaciones, reflexioné: “Empezó a trabajar de gato en películas comerciales”.
Posteriormente descubrí que comenzó a forjar su propia carrera realizando comerciales para Nike, Coca-Cola, Pepsi, Levi's, Converse, AT&T, y el perfume Chanel. Esta información me hizo pensar: “De seguro su papá era influyente y por eso le consiguió buenos clientes”.
De los comerciales, saltó a dirigir videos musicales para artistas como Madonna, Sting, The Rolling Stones, Michael Jackson, Aerosmith, George Michael, Iggy Pop, The Wallflowers, Billy Idol, Steve Winwood y A Perfect Circle. Esto me hizo dudar: “Ah jijos, tal vez ese Fincher no era tan malo antes de dedicarse al cine”.
Éste director tenía un futuro prometedor por destacarse en la realización de comerciales y videos innovadores, por eso se le ofreció la oportunidad de dirigir la tercera película del Alien. Como ese trabajo no estuvo a la altura y fue un fracaso, ya nadie daba un peso por Fincher en el mundillo de Jolivud. Eso me alegró, y regocijadamente critiqué: ¡Que bueno que le paso eso, desgraciado, ojalá y que nunca vuelva a dirigir ni siquiera telenovelas!
Sin embargo, tres años después alguien volvió a confiar en Fincher y le dio la oportunidad de realizar una cinta de suspenso llamada Seven, los siete pecados capitales (Se7en-1995); como las revistas especializadas en cine le brindaron muchos elogios, me animé a verla y tuve que aceptar que había hecho una buena película. “Tuvo suerte y buena publicidad”, justifiqué.
Posteriormente, contrato al actorazo Sean Penn y al depravado sexual de Michael Douglas para filmar El juego (The game-1997), un buen thriller que en verdad disfruté (En el mundo del cine, Michael Douglas es considerado como un lujurioso gracias a su afición por protagonizar morbosas películas calenturientas, tales como Atracción Fatal, Bajos Instintos y Acoso Sexual. Además, este viejo rabo-verde nos ganó a la mamacita actriz Catherine Zeta-Jones, por que la convenció para que se ca$ara con él).
La película se me hizo buena y pensé “Creo que Fincher ya le esta agarrando la onda a las películas de suspenso, ésta si me gustó”; ese pensamiento me preocupó por que ya estaba empezando a perdonar a mi enemigo.
Pero cuando estaba a punto de reconciliarme con Fincher, providencialmente estrenó una película llamada El club de la pelea (Fight club-1999), que en su tiempo consideré que era una farsa. La cinta fue estelarizada por el sangrón de Brad Pitt y el eficiente Edward Norton, presentándonos la historia de unos traumados vendedores de jabón que desfogan su estrés peleándose a golpes.
En esa ocasión creía que la cinta era mala y la alegría invadió mi corazón: ¡Lo sabía, su suerte no podía durar mucho tiempo y se volvió a equivocar!
Pero hace un par de años le di otra oportunidad a la película y tengo que reconocer que es muy buena, además de que estaba adelantada para su tiempo. Otro punto bueno para Fincher.
Por si eso no era suficiente, en el año 2003 se puso a la venta en México la más completa colección en DVD que jamás haya visto: Alien Quadrilogy, una majestuosa recopilación que contiene invaluable información sobre los cuatro filmes de mi bienamado Alien, además de presentar versiones extendidas de cada película.
Precisamente, el rechazado Alien 3 incorpora a esta nueva versión ¡media hora de fabulosas escenas nunca antes vistas! Esta presentación especial cambia completamente el concepto de toda la película, dotándola de un giro magistral que pone de manifiesto el excelente oficio de David Fincher. Además, me di cuenta que la 20th Century Fox lo puso a filmar sin tener un guión terminado ¡lo iban escribiendo conforme rodaban! Eso sin tomar en cuenta que fue limitado creativamente por los ejecutivos, quienes además se atrevieron a editar horrorosamente la cinta. Yo sufrí este amargo resultado, y equivocadamente culpe a David Fincher, quien públicamente ha declarado que odia a su opera prima (Alien 3). Es más, ni siquiera aceptó ser entrevistado en el estupendo y extenso material adicional correspondiente a este filme.
Hace un par de años me encontré en oferta otra producción cinematográficade David Fincher: La habitación del pánico (Panic room-2002). Como estaba baratísima, la compre sin pensarlo dos veces y me dejó maravillado. Es una extraordinaria cinta de suspenso con estupendos actores que realizan muybien su chamba.
Apenado por haberme dejado llevar por mis emociones y prejuicios, opte por cerrar el pico, hacerme el disimulado y no volver a comentar nada sobre David Fincher. Sin embargo, hace unos meses me topé con la que hasta el momento ha sido su última cinta: Zodiac (2007), la cual esta basada en un asesino serial que nunca fue atrapado. El filme es bueno, si aguanta a pesar de que no esta a la altura de sus predecesores.
Por lo anteriormente expuesto, públicamente quiero ofrecer una disculpa pública a David Fincher:
¡Perdóneme, por favor! Actué como si fuera un reportero de periódico amarillista, calumniándolo sin misericordia. Sé que un manchón de tinta de la prensa no se quita ni con todo el detergente del mundo, pero quiero que sepa que estoy pasando las penas del purgatorio por mi vergonzoso comportamiento.
Ecce homo Monsignore Bizarro, consummatum est.
Ecce homo Monsignore Bizarro, consummatum est.
NO, pos si COmpadre, es muy conmovedor su arrepentimiento, ya que ofendió a unos de mis Gurús personales.
ResponderEliminarUn abrazote