A mi monaguillo Chester lo dejaron colgado en su cumpleaños


Hace algunos años que tuve como monaguillo de mi Catedral al buen Chester, un especimen que se ha destacado por la calidad de su trabajo en el mundo de la publicidad y los medios de comunicación en Durango. Con el tiempo nos hemos encontrado por la calle o en eventos, y siempre me ha sorprendido porque cada vez trae un nuevo tatuaje o perforación.
Pos a principios de noviembre del año 2008 D.C., el buen Chester amablemente me invito a su fiesta de cumpleaños y me dijo que iba a festejar colgándose. Yo creí que se refería a que se iba a poner tapado de borracho, pero cual fue mi sorpresa que ¡sí se colgo verdaeramente, se puso unos ganchos en la espalda y se elevó por los cielos, cual si fuera un ángel maniaco!

Llegue como a eso de las 10:30 de la noche y en el lugar estaba todo listo para la fiesta que fue una especie de rave, había sonido con música psycho, frituras con harta salsa valentina, caguamas y hasta aguas locas.
Pos estaba masticando unos duritos cuando en eso veo que llegó el Chester encuerado (y eso que hacía un frío infernal), lo salude animosamente y cuando iba a abrazarlo me dijo ¡Espérate, ya traigo los ganchos en la espalda! Que se voltea y efectivamente ya traía clavados unos desgraciados anzuelos tamaño familiar. Me quede asombrado como traía la espalda como si hubiera estado de adorno en una carnicería. Véanlo con sus propios ojos:


Después de que Chester saludó a todos sus amigos (había como más de 70 personas), empezó el ritual donde le pusieron un intrumento que parecía medieval para afianzar los ganchos, y luego le empezaron a ablandar la carne.
En eso pasamos a la parte posterior donde iba a ser colgado y vimos que ¡Ya tenía lista una grúa! Ah jijos de Santo Clós, yo creí que se iba a colgar de un árbol o un poste, pero cual fue mi sorpresa al darme cuenta de que iba a levitar con la ayuda de ¡Una grúa!

Pos que le empizan a atornillar el aparato medieval a los garfios:



Ya que estuvo bien amarrado, lo engancharon ipso-facto a la grúa y que empiezan a subirlo ¡No manches! Nomás vean la cara que puso en los primeros intentos, mientras se aflojaba el pellejo.


Una vez que el Chester logró concentrarse para que se ablandara la carne ¡Va pa´arriba!


Se va...

SE VA...

¡SE FUÉ!


La grúa levantó al buen chester hasta la altura de 15 metros. ¡No manches, estaba requete alto! Allá arriba el Chester empezó a mover las patas al ritmo de la música, y a balancearse de diversas formas, y yo nomás estaba rezándole al Señor (de los Anillos) para que no fuera a caerse, y también para que no fuera a zafarse un gancho (porque los tornillos ya los traía zafados).
Pues por fin que lo bajan y contrario a lo que me esperaba, casi no le salió sangre ni le quedaron maltratados los pellejos, vean:

Pues yo creí que hasta ahí había llegado el relajo pero pidió que lo subieran nuevamente, y que se vuelve a elevar pero a una distancia más baja ¡Ah jíjoles! Ahí duro balancéandose varios minutos, y he de comentarles que unos camarógrafos captaron toda la hazaña en video, hasta pusieron una cámara en el gancho de la grúa.
Yo por mi parte pude tomar algo de video en mi modesta camarita, y aquí se los dejo para vean al Chester en pleno vuelo. Esta tomado horizontalmente, asi es que tendrán que voltear la cabeza hacia un lado.

1 comentario:

  1. MONSEÑOR!!!! Pos fijese que apenas estoy viendo el video ese del mono colgado, después de año y medio jajajaja
    Esta chida la crónica!
    Ahí te invito a la siguiente.
    Saludos!
    Atte... Chester jojojo

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