Y el ocultista Aleister Crowley sentencio: Haz lo que quieras

Pos en esta ocasión traigo inspiración para echarme un sermón sobre Aleister Crowley, quien fue conocido en su tiempo como el hombre más perverso del mundo y es considerado el último gran mago.
Debido a que es la primera vez que predico sobre este eminente personaje, decisivo en la historia del ocultismo moderno e influencia para músicos de la talla de los Beatles, Jimmi Page (guitarrista de Led Zeppelin), Ozzy Osbourne, Bruce Dickinson, Therion y un interminable etc., haré una breve semblanza de su vida para ubicarnos sobre el tema que quiero desarrollar, ya que si les platico todas las ondas que anduvo haciendo, tendría que escribir un libro.
Crowley nació en Inglaterra en 1875, y en una de esas que andaba viajando por tren allá por el año de 1896, de repente dijo: ¡Ah caray! Me dan ganas de dedicarme al ocultismo de por vida. Ni tardo ni perezoso inició sus estudios en las artes mágicas de todos colores, pero su especialidad fue la magia sexual, dándole vuelo a la hilacha hasta que oliera a quemado, agarrando parejo con hombres y mujeres. Ésta conducta frenética causo escándalo en la sociedad victoriana inglesa porque además le gustaba quemarle las patas a Judas (consumía drogas, pues).
Tuvo hartas mujeres escarlatas, que supuestamente eran una especie de sacerdotisas ideales para sus depravadas prácticas ocultistas eróticas, e incluso con una de ellas trató de engendrar un hijo mágico (!!). Uno de los rituales perturbadores de los que se tiene constancia, señala que una de estas mujeres escarlata, arrodillada, estuvo apareándose con un chivo (símbolo de capricornio), y en el momento del orgasmo el animal fue sacrificado de un cuchillazo en la garganta ¡Ah jijos! Pos así se las gastaba este vato, al grado de que cuando estuvo en Italia allá por la década de 1930, el mismísimo Musolini se asombró de los rituales profanos que organizaba Crowley, por lo que decidió expulsarlo del país.

Anduvo recorriendo el mundo en busca de sabiduría e incluso estuvo paseándose en México, donde no desaprovecho la ocasión para escalar el Popocatépetl. Pos en una de esas que andaba por Egipto, quesque se pone bien loco porque empezó a sentir la presencia de un espíritu que le empezó a susurrar cosas extrañas al oído y que lo agarra de secretario para dictarle el Liber al vel legis, mejor conocido como el Texto sagrado de la Ley de Thelema, cuyo principio fundamental establece: HAZ LO QUE QUIERAS, SERÁ TODA LA LEY.

Antes de reflexionar sobre esta frase, quiero advertirles que su padrecito metálico considera que cuando alguien estudie a Alesteir Crowley se deben extremar precauciones, porque era un vato muy inteligente que exponía sus pensamientos a su conveniencia, por lo tanto debemos estar muy aguzados para distinguir cuando dice verdades, mentiras, o cuando mezcla ambas.
Pos ora si regresando a la Ley de Thelema y su postulado Haz lo que quieras, a primera vista parece que invita al desenfreno y a una vida llena de libertinaje, sobre todo tomando en consideración que proviene de un personaje como Crowley; es mas, creo que la juventud de los años 60 y 70 la interpretó erróneamente para justificar desenfrenos y el consumo de drogas; tampoco ayudo mucho que los Beatles hayan puesto el rostro de Crowley en su disco del Sargento Pimienta, alegando que fue una de sus grandes influencias.

Considero que siempre se ha malinterpretado la sentencia de esa frase, porque generalmente el público promedio la conoce gracias a escandalosos reportajes de los medios masivos de comunicación, donde por lo general se pone como ejemplo de indecencia. Pero los periodistas no actúan con objetividad porque no investigan a fondo el significado de dicha sentencia, no consultan los manifiestos de Crowley ni le dan un vistazo completo a la Ley de Thelema. Lo anterior lo afirmo porque si en verdad fueran estudiosos, hubieran descubierto otro documento de Master Therion llamado Liber Oz, un escrito chiquito pero arrinconador donde desglosa de manera sucinta su mentada ley de Thelema. Voy a transcribir el primer párrafo del dichoso Liber Oz:

NO HAY MAS DIOS QUE EL HOMBRE
1.- El hombre tiene el derecho de vivir según su propia Ley:
De vivir del modo en que quiera hacerlo,
De trabajar como quiera,
De actuar como quiera,
De descansar como quiera,
De morir como y cuando quiera.
Y posteriormente sigue alegando más ondas referentes a que el hombre haga lo que quiera respecto a la satisfacción de sus necesidades básicas de alimentación, formas de pensar, sexo y de matar a aquellos que contraríen esos derechos (así de extremo), cerrando con la frase El Amor es la Ley, amor bajo Voluntad.

Por lo tanto, según su párroco metalero por excelencia, la Ley de thelema es toda una declaración donde Crowley expone que la voluntad del ser humano es lo que debe prevalecer sobre todas las cosas. De manera general comparto esa idea, sin embargo debo resaltar que el hombre debe hacer su voluntad siempre y cuando tenga un importante cúmulo de sabiduría que haya sido forjada a través de la experiencia y conocimientos adquiridos durante el transcurso del tiempo. Me atrevo a afirmar lo anterior porque pienso que los humanos siempre estamos en un conflicto interno de hacer el bien o el mal, pero no es sino hasta que hemos llegado a la edad adulta cuando se ha forjado integramente nuestra personalidad, esa etapa donde podemos distinguir con plena conciencia las consecuencias de nuestros actos y obrar en consecuencia. Estas reflexiones se robustecen con otro postulado de la Ley de Thelema de Crowley que establece:

Cada hombre y cada mujer es una estrella.
Según establece Crowley en su libro Magick teoría y práctica, este último postulado significa que cada ser humano es intrínsecamente un individuo independiente, con su propio carácter y movimiento.

Pos para serles franco, creo que Master Therion tenía razón en sus postulados, pero el problema es que los aplicaba para hacer cosas negativas, y ahí es donde residía el problema porque para el excelentísimo Monseñor Bizarro, las cosas que uno hace siempre se le regresan, por lo tanto siempre hay que procurar portarse bien.

Cierro esta predica ocultista, con una cita de Baphomet Aleister Crowley:

Un hombre que esta haciendo su verdadera voluntad tiene la inercia del universo para asistirlo. El primer principio de éxito en la evolución es que el individuo sea fiel a su propia naturaleza, y al mismo tiempo se adapte a su medio ambiente.

Para leer mis otros sermones sobre Aleister Crowley, click aquí.