Buscando pulque en Durango

Como seguramente se dieron cuenta, anduve ausente algunos dias debido a un par de viajes que realice. Les voy a contar del primero, que fue una búsqueda intensa del precioso elixir en peligro de extinción en Durango: el pulque.

Debido a que en ocasiones ya me aburre el vino tinto, pues decidí regresar a mis raíces nopaleras mexicanas para consumir pulquito, esa bebida apestosa que se extrae del maguey y que mientras más se fermenta, es más babosa y pega con más fuerza. Allá por el centro y sur del país es muy fácil conseguirla, pero en la ciudad de Durango es muy difícil.

Pos que empiezo a preguntar con mis colegas de parranda donde podía encontrar pulque, y me dijeron que en el Pueblito, una comunidad que se encuentra como a 15 mins de la ciudad, cerca de la presa Guadalupe Victoria.

Ya en el Pueblito empecé a preguntar en los puestos de gordas y fritangas si vendían pulque, y me dijeron que tenía que atravesar la presa cual si fuera el río aqueronte, y en la tienda de Jaime el "Trocas" podía encontrar lo que buscaba. Pos como un borracho hace cualquier cosa para encontrar el elixir dse la vida, pos que me trepo a una lancha, y su conductor (version durangueña de Caronte) me exigió que primero le pagara y después surcábamos las aguas. Le ofrecí los óbolos de rigor que establece la antigua mitología griega, pero me mando por un tubo porque quería su pago en dólares. Pos güeno, asi es esto de la globalización.

Pos que inicia el viaje y cuando iba a la mitad de la presa ya estaba bien mareado, se me revolvió el estómago y de repente nomás sentí como broto el vómito de mi hocico, embadurnando mi máscara con todo lo que traia adentro de las tripas.

Después de ese penoso incidente, por fin llegamos al otro extremo y me baje de ipso-facto. A unos pasos estaba la miscelánea de el "Trocas", todo un santuario del maguey, la fuente del placer líquido, un templo dedicado al extasis etílico que embriaga nuestros sentidos con el pulque.

En esta tienda vine a encontrar el pulque. Y contrario a lo que puedan pensar, estaba muy bueno, casi sin fermentar y bien tiernito a diez pesos el litro. Sobra mencionar que me tomé dos litros y me puse hasta las chanclas por la módica cantidad de 20 pesos.