Reseña concierto - Scorpions en Monterrey 2010

En esta ocasión me aventare la reseña muy breve, porque regrese muy molido del concierto, viaje y recorridos que hice; pero debo de cumplir con mi heróico deber de chismearles como me fue allá.
A pesar de que ésta es la gira de despedida del grupo, no metí mi cámara ni saque fotos ni nada de nada, porque la verdad no quise arrriesgarme a que los vatos de seguridad del recinto me la fueran a hacer de emoción; quería disfrutar a plenitud mi último concierto de los Scorpions, una banda que me formó como metalero y tambien como persona.

El concierto fue en la arena Monterrey, un recinto al que asisto por primera vez y se me hizo muy bueno. El sonido estuvo impecable, y a diferencia de las dos visitas anteriores, los Scorpions banda traían muchas luces y más pantallas que en visitas anteriores, así como una producción mas elaborada de las imágenes que proyectaban.
En el set list solo figuraron 3 canciones del nuevo disco: Sting in the tail, Raised on rock y The best is yet to come. Las demás rolas fueron puros clásicos, y en lo personal destacaría las vibrantes interpretaciones de Bad boys running wild, Blackout, Big city nights y la instrumental Coast to coast.
Me tocó estar del lado izquierdo, donde por lo general siempre se ubican el guitarrista Rudolph Schenker y el Bajista Macel Paciwoda, quienes interactuaron muy bien con la gente que estabamos de ese lado, y cuando el cantante Klaus Meine se acercaba por ahí, también se portaba raza.
Solo les detecté un par de errores: cuando estaban tocando la rola Dynamite, Rudolph Schenker y el baterista James Kottak se hicieron bolas y se equivocaron, incluso por ahí estuvieron alegando entre ellos la falla; luego al final de otra rola (creo que fue la de Big city nights) los guitarristas se juntaron en esa pose del disco World Wide Live:

Pos el cantante se encarreró para ponerse como en la foto, pero como el tiempo no perdona, cuando Klaus Meine se puso encima de Mathias Jabs (el de la derecha) ¡No lo aguantó! Jijos mano, se vió que le dolió porque volteó a ver medio feo al cantante, quien casi aterriza en el escenario, pero alcanzó a detenerse en Rudolph Schenker.

Me dejó cierto vacío que la banda no comentó nada de que ésta era su gira de despedida, y por lo tanto sería la última vez que estarían en Monterrey; lo unico parecido a un anuncio de despedida, fue la rola The best is yet to come.

Una velada triste porque fue la última vez que vi en el escenario, a uno de mis grupos favoritos de toda la vida en el escenario; pero también con la satisfacción de estar presente, viéndolos despedirse dignamente, conservando la investidura de leyendas del rock.