Jorge Ibargüengoitia y el cine

Coincido con el reconocido escritor mexicano sobre lo que opinaba del cine moderno de su tiempo, que también se aplica al cine moderno de mi tiempo (que abusa de los efectos visuales computarizados):

El cine de mis tiempos
El cine de mis tiempos contenía enseñanzas tremendas. Estoy seguro de que si Pancho Villa hubiera visto La carga de los 600 -la de Errol Flynn-, no hubiera metido la pata en Celaya. En el cine, por ejemplo, vi como Nobel inventó la dinamita -y como después, aterrado por los resultados, inventó el premio Nobel-, cómo Monty Wolly se las arregló para cobrar un seguro hundiendo un barco con una bomba casera. en el cine aprendí a abrir cajas fuertes, pero también descubrí que el que la hace la paga.
     El cine de mis tiempos era parte fundamental de la vida, como el café con leche. Lo que nunca se nos hubiera ocurrido a los de nuestra generación es que el cine fuera arte.
     Este descubrimiento notable no tiene más de veinte años, fue hecho por la generación posterior a la mía. El paso es muy claro. Un día de buenas a primeras se descubrió que las películas de Humphrey Bogart eran de John Huston.
     Saber que el cine es arte, es un adelanto en la conciencia, probablemente inevitable, pero me temo que al mismo tiempo sea un retroceso en la percepción.
     Por mí, desde que voy a ver encuadres y lo perfecto de la edición, salgo del cine admirado, pero ya no me divierto.
Jorge Ibargüengoitia 


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