Libro reseña - Un Diálogo con Durango

Título: Un Diálogo con Durango.
Autor: Oliver Anderson.
Año: 2015.


De que se trata:
Pos tienen ustedes que a finales de 2015, dentro de las actividades culturales que anuncian en los periódicos locales, me percaté que iba a presentarse un libro de un autor cuyo único antecedente que yo tenía, era el de una estupenda fotografía que le tomó a la plaza de armas y que anda circulando por internet. Por la calidad de esa imagen supuse que se trataba de un fotógrafo chipotles, y por el título de su obra, deduje que tendría fotos de Durango. Para no quedarme con la duda, fui de chismoso a la presentación que se efectuó en el museo Francisco Villa.
     Cuando llegué, el evento ya había empezado y uno de los comentaristas de la obra estaba alegando que él y Oliver Anderson se habían enfermado de los riñones debido a la tensión que sufrieron por sacar una pesada carga de trabajo. Un comentario más que se me quedó grabado fue el de otro presentador que es fotógrafo, quien meditabundo se preguntaba de dónde había salido la inspiración de Oliver Anderson para capturar las imágenes que ilustraban el libro, que tal vez no tenía nada que hacer los domingos por la mañana y se llevaba su cámara a ver que encontraba, lo cual generó una simpática risa entre los asistentes; el aludido volteó a ver a su compañero con ojos de "te la bañaste"; de hecho cuando el autor tomó la palabra, lo primero que hizo fue responder a ese cuestionamiento, y después ya explicó la génesis del libro.
     Pos ya estando ahí, el libro se me hizo barato y lo adquirí. En las primeras hojas se advierte: queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación, por cualquier medio o procedimiento, sin para ello contar con la autorización previa, expresa y por escrito del autor. Como no tengo nada de eso y no quiero broncas legales, en el presente sermón no voy a a poner ninguna de las imágenes ni voy a reproducir las sesudas reflexiones bilingües con las que Oliver adereza sus fotos, únicamente presento la portada y contra portada, asumiendo que es lo que podría ver cualquier persona en una librería.


     Hay dos textos introductorios: uno es de Manuel Paredes Gómez  y el otro es Luis Carlos Quiñones Hernández. Ambos mensajes hablan sobre lo mismo: que las fotos de la obra presentan la faceta urbana anquilosada de Durango, pero me gustó más el texto de Manuel Paredes porque es directo, conciso y efectivo; el estilo del otro compa es ampuloso. Ignoro quienes sean ellos, pero me imagino que deben ser chipotles para andar prologando libros.
     Las imágenes están en blanco y negro. Muestran lugares de nuestro Durango por las que nadie daría un peso por ser tan cotidianas, e incluso tal vez intrascendentes, pero creo  que no vemos los mensajes ocultos en ellas. Por ejemplo, yo creía que era el único que se había percatado que hay lote abandonado en la calle de canelas en cuya pared puede leerse "Herrería for sale"; tiene años y creo que no se ha vendido porque la mayoría de los durangueños no sabemos inglés. Hay otras fotos que son muy valiosas, pues muestran zonas donde estaban las vías del ferrocarril y que ahora ya no existen pues recientemente se transformaron en un boulevard. O esa otra donde vemos un aparador lleno de tangas, y un Oliver absorto nos dice que es evidente saber cuando estás frente a un verdadero artista ¿Nos quiere decir que es un maestro en fotografiar esas prendas íntimas, o que ondas?.

Veredicto Bizarro:
  • Creo que el libro vale más de lo que cuesta, es un trabajo muy bien logrado y de calidad, el papel está chido. Durante la presentación alegaban que las imágenes no eran digitales sino de película fotográfica (de rollo, pues). La verdad no sé tanto de esas cuestiones técnicas, pero para mí son irrelevantes porque logran su cometido de deleitar mi pupila.
  • Hay algunas fotos borrosas que no les entiendo nada, creo que la cámara se disparó sin que se diera cuenta el fotógrafo.
  • Dejé mi libro en el carro y como hacía calor, cuando regresé ya estaba doblado como buñuelo y no he podido enderezarlo. El material de las pastas no aguanta ambientes cálidos.
  • El tono decadente del libro me gustó; parece una rola de doom metal convertida en imagen. 

Calificación: 9.
No le doy el 10 por las fotos borrosas. La contraportada señala que Oliver Anderson Huerta es bloguero pero no encontré su domicilio en esa vecindad. No se donde puedan adquirir el libro, pero el autor tiene Facebook, ahí pueden preguntarle.

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