Hace un par de días fui invitado a la inauguración de una importante fábrica en la zona rural del municipio de Durango. Creí que sería un buen momento para conversar con los nativos del lugar, divulgar el evangelio del rock pesado, e incluso pensé que después del evento, podría orar tranquilamente en la quietud y soledad del campo. Sin embargo, la tentación y el pecado acechan a toda hora y en todo lugar, la prueba es que cuando descendí de mi camioneta Ford Lobo (patrocinada por las generosas limosnas que la gente deposita en mi catedral), el demonio puso ante mis ojos una tentadora prueba: apareció una hermosa mujer con deliciosas curvas, y un lujurioso colchoncito trasero en todo su esplendor (¡¡¡Mamacita, en esa cola si me formo!!!) Tome una fotografía que sirviera de prueba para demostrar los tentadores trucos que utiliza Satanás para hacernos pecar, y dicha foto es la que aparece al inicio de éste artículo.
Estuve a punto de darle una nalgada que le sirviera de escarmiento para que evitara provocar pensamientos malsanos en los hombres, pero tuve que morderme los labios para contenerme. No podía dejar de mirar ese lascivo cuerpo, pero el Señor (de los Anillos) iluminó mi decencia, porque me hizo recordar las siguientes palabras de las sagradas escrituras, contenidas en el libro Eccleciastés capítulo 7, versículo 26: Y yo he hallado más amarga que la muerte a la mujer, la cual es redes, y lazos su corazón; sus manos como ligaduras. El que agrada a Dios escapará de la mujer, más el pecador será preso de ella.
Solo de esa manera fue como pude alejar los pensamientos malsanos de cometer pecados carnales. Y como el objeto de mi deseo permanecería ahí, mejor me retiré del lugar.
1 comentario:
Satanás tiene mil caras y una de ellas es tan bella como el trasero acolchonado de las féminas que pueblan nuestra localidad... yo tambien doy gracias al señor (de los anillos) por las tentaciones que nos pone enfrente, asi dicha tentacion, se volverá nula y alcanzaramos la salvacion eterna
Publicar un comentario