3 lamentables decesos en menos de 15 días

Desafortunadamente no pude sermonear amplio y tendido sobre la muerte de 3 personajes que han sido importantes en la vida del Excelentísimo Monseñor Bizarro, por lo tanto decidí juntarlos para dedicarles unas breves pero sinceras palabras luctuosas:

Juan Alvarado Nieves "El Brazo"

Miembro de una de las dinastías de luchadores más importantes de nuestro país, El Brazo fue un luchador de talla internacional y junto a sus hermanos protagonizó el legendario duelo de máscaras contra los Villanos. Cuando luchaba me gustaban mucho sus gritos arrabaleros e interactuaba muy bien con la gente.
Falleció el 15 de octubre de 2013 a la edad de 52 años, debido a un coma diabético.

Ana Bertha Lepe

En 1953 fue considerada la cuarta mujer más bella del planeta, todo un logro para una mexicana en un evento que en ese entonces era más racista: Miss Universo.
Ana Bertha Lepe trajo de cabeza al Presidente Sukarno de Indonesia, playboys internacionales y figuras del espectáculo. Apareció y bailó en películas de Tin Tan, Cantinflas, Clavillazo y el Santo; mi favorita es “La nave de los monstruos”, alucinante historia de amor y marcianos donde compartió créditos con Piporro y Lorena Velazquez. También se le considera una prominente rumbera.
Falleció el 24 de octubre de 2013 a la edad de 79 años, debido a la complicación de una operación de hernia.

Lou Reed

Si bien es cierto que no soy un seguidor ni coleccionista de su obra musical, si reconozco que su aporte tanto con la banda The Velvet Underground y su carrera en solitario, lo llevaron a convertirse en un personaje influyente para moldear el mundo del rock. ¡Ah! Y también recordar que en 2011 grabó un álbum conceptual con Metallica llamado "Lulú", que no fue muy bien recibido que digamos; seguramente ahora mucha gente lo va a escuchar.
Falleció el 27 de octubre de 2013 a la edad de 71 años, debido a complicaciones de un trasplante de hígado.

Oh venerados artistas, su Eminencia el Excelentísimo Monseñor Bizarro reconoce que su trabajo ha sido inspirador, y hacía llevadera nuestra existencia en este desventurado planeta Tierra. Descansen en paz.

AB IMO PECTORE
SANCTA SANCTORUM
REQUESCAT IN PACE

Frase célebre - Marqués de Laplace


El francés Pierre Simón Laplace fue bien chipotles: astrónomo, físico, matemático y guerrillero en la revolución francesa. Les dejo una cita interesante del Marqués:

"Lejos de nosotros la peligrosa máxima que dice que a veces es útil engañar, falsear y esclavizar a la humanidad para garantizar su felicidad".

El Wendigo (o las primitivas fuerzas de la naturaleza salvaje) - Parte I de III

A veces los hombres perciben su presencia por el olor que exhalan,
pero nadie puede ver sus rostros…
Paseaban sin ser vistos, perceptibles únicamente por su pestilencia.
Solo por su abismal olor los conoceréis.

El horror de Dunwich (1929).
H. P. Lovecraft.
  

Wendigo… No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que tuve conocimiento de esa rara palabra, pero fue hace muchos años, si mal no recuerdo en una historia de Marvel Cómics, donde citaban a un personaje con ese nombre. Obviamente que no me iba a quedar con la duda, por lo tanto empecé a investigar su significado.
            Como en aquellos tiempos no existía el internet, consulte la enciclopedia Grijalbo que nos había comprado mi papá para hacer las tareas de la secundaria, ahí se mencionaba de forma muy escueta, que Wendigo era una leyenda del folklore canadiense. Ya con esa primera pista, de volada me tendí a revisar mi acervo bibliográfico mitológico que también me había comprado mi papá.
En la Enciclopedia de las cosas que nunca existieron, una detallada y exquisita obra literaria escrita por Michael Page e ilustrada por Robert Ingpen, donde prácticamente vienen todos los seres y lugares más importantes de la mitología mundial, en el capítulo correspondiente a las cosas Del suelo y del subsuelo, encontré una buena descripción del Wendigo: 

Todo aquel que se aventura en las tierras salvajes debe temer al espíritu de los terrenos solitarios, conocido como Wendigo en el norte de Canadá y por diferentes nombres en diversas partes del mundo… Al ir pasando los días, el Wendigo habla al viajero en ligeros susurros: palabras que no se pueden distinguir bien. A veces suenan como la voz de un amigo, y uno responde asombrado. En vano, el viajero se repite que solo es el viento. Incluso puede tener atisbos del Wendigo: una sombra que se mueve entre los árboles, o la hierba doblándose bajo unos pies invisibles. Por fin, el viajero echa a correr, arrojando armas, provisiones y todo el equipo que pueda estorbarle en su huida. Sollozando desesperadamente, corre hasta agotar sus fuerzas, y acaba cayendo, rendido y solo”.


Y por otra parte, en mi Gran Enciclopedia de los Seres Mágicos de la Sociedad Criptozoológica de Londres, cometen el error de comparar al Wendigo con otros changotes como el Yeti (el hombre de las nieves) o el Pie Grande (Sasquatch).
           

            Hasta ahí quedo mi investigación. Años después cuando estaba indagando sobre un tal H.P. Lovecraft, me encontré con un estupendo libro que es una antología denominada Los mitos de Cthulhu – Narraciones de horror cósmico, donde para mi sorpresa, encontré una historia llamada El Wendigo y que a continuación me permito reseñar.

El Wendigo.
Escrito por Algernon Blackwood.
Publicado en 1909. 


De que se trata:
Tres expertos cazadores, un joven novato y un cocinero indio se internan en los bosques del norte de Canadá para perseguir alces. Debido a que no hay presas a la vista, deciden adentrarse en lo más profundo de la sierra, a lugares donde ningún hombre había estado jamás. Establecen un campamento donde dejarán al indio, y se dividen en dos equipos. Pero la noche previa a que comience la aventura, hay inquietud: un cazador ha escuchado consejas de cosas raras en el bosque, y el indio también está preocupado (copio textualmente):

“Cuando todos estuvieron dormidos como troncos, el viejo Punk salió a gatas de entre sus mantas y se escurrió como una sombra hasta la orilla del lago, en silencio, como únicamente un indio sabe moverse. Después levantó la cabeza y miró a su alrededor. La espesa negrura hacía casi imposible toda visibilidad; pero, como los animales, él poseía otros sentidos que la oscuridad no era capaz de anular. Escuchó, y luego olfateó el aire. Se quedó quieto, inmóvil como un arbusto. Al cabo de unos cinco minutos, estiró de nuevo la cabeza y olfateó el aire una y otra vez. Un prodigioso hormigueo de nervios le corrió por el cuerpo al oler el aire penetrante. Luego, se sumergió en la negrura como solo hacen los animales y los hombres salvajes, y regresó finalmente, deslizándose bajo el ramaje, hasta su lecho”.


Por la mañana muy temprano, el cazador nervioso acompañado por el novato atraviesan un lago y se internan en el bosque. El novato está muy emocionado por la experiencia y el contacto con la naturaleza, pero después de cenar, cuando se encontraban muy contentos fumando y cantando canciones, de repente:

“Se había producido un cambio en la voz del experimentado cazador. Antes incluso de saber lo que era, (el novato) se sintió intranquilo, y al levantar los ojos, vio que, aunque seguía cantando, su compañero miraba nervioso a su alrededor como si oyera o viera algo. Su voz se debilitó, se hizo inaudible, y luego calló del todo. En ese mismo instante, con un movimiento asombrosamente alerta, dio un salto y se puso de pie… olfateando el aire”.

            Y de ahí en adelante, al joven inexperto le toca vivir una novatada sobrenatural que nunca en su vida se le iba a olvidar.

Veredicto Bizarro:
* La narrativa es simplemente extraordinaria y conforme avanza la historia, te va envolviendo como el bosque a los protagonistas.
* Algernon Blackwood nos presenta la inmensidad de la naturaleza. En esos ambientes descomunales el hombre es insignificante, y para demostrarlo transcribo el siguiente párrafo:

La fría magnificencia de estos bosques solitarios y remotos le abrumaba y le hacían sentir su propia pequeñez. De la infinidad de copas azulencas que se balanceaban en el horizonte, se desprendía y revelaba por sí misma esa severidad que emana de las vegetaciones enmarañadas y que solo puede calificarse como despiadada y terrible. Comprendía la muda advertencia. Se daba cuenta de su total desamparo.
El joven comprendió que en un territorio de aquellas dimensiones muy bien podía haber profundidades de bosques jamás conocidas ni holladas en toda la historia de la tierra.


* ¿Cómo reaccionarías ante un encuentro sobrenatural en medio de la espesura del bosque, completamente alejado de la civilización? Voy más allá con una pregunta realmente escalofriante para la juventud actual ¿Qué harían en la inmensidad del bosque, sin conexión a internet?
 * No obstante que el final es relativamente predecible, el autor lo resuelve efectivamente gracias a que los personajes pretenden encontrar una explicación lógica a su aventura, pero no la hay porque vivieron un fenómeno sobrenatural: vieron al Wendigo.
* H.P. Lovecraft tomó prestada la idea de la vastedad de la naturaleza para trasladarla al cosmos, y le sirvió para forjar un concepto que se conoce popularmente como Los mitos de Cthulhu.

             Termina mi reseña literaria. Mi segundo encuentro con el ¿Espíritu? salvaje se dio en los comics de Marvel, pero esa historia se las contare en la Parte II de ésta emocionante aventura.