Heidi, la niña de los alpes

Como el dia de hoy ando muy sentimental, he de confesarles que su párroco metálico por excelencia nunca se deja manipular por historias tristes publicadas a través de cualquier medio debido a que soy bien macho; sin embargo, los únicos hechos imaginarios que han tenido la distinción de hacerme llorar han sido: la muerte del torito y la aflicción de Pepe el toro por haber perdido a su vástago, y cuando Heidi regresó a su casa.

Me toco ver Heidi en las emisiones de la televisión mexicana en los años 80. Era la historia de una niña que no tuvo padres y fue dejada en custodia de su abuelo gruñon que vivía en los alpes; en ese lugar Heidi hizo muchos amigos, se identificó plenamente con el medio ambiente donde vivía y hasta se gana el amor de su abuelito refunfuñón. Sin embargo, así nomás de buenas a primeras Heidi es separada de su forma de vida para ser trasladada a una ciudad alemana como damita de compañía de una niña minusválida; en ese lugar sufre muchos problemas y se siente enjaulada en el concreto de la ciudad, aunque también hace muchos amigos y vive muchas experiencias. Pos total que nunca he visto la serie completa, pero a mediados de la década de los 90 la volvieron a pasar en la TV y que me la vuelvo a retostar, y cuando vi ese capitulo donde Heidi regresa de Alemania a la libertad de los alpes, no pude contener las lágrimas. La razón de mi llanto en esa ocasión, fue porque me di cuenta de que Heidi transitó el camino de maduración, lo cual le permitió crecer como persona y regresó a sus origenes más sabia. No es necesario tener superproducciones impresionantes como Harry Potter, Matrix o las películas del Señor de los Anillos, Heidi cuenta la misma historia del reencuentro con uno mismo, pero de una forma más sencilla y llegadora.
Si ya se que este sermón puede parecer ridículo pero me vale, porque Heidi es una caricatura de manufactura impecable. Les dejo la última parte del susodicho capítulo (a ver si no lloro otra vez):

3 comentarios:

AndPerseo dijo...

Recuerdo con mucho cariño esta historia, bastante sencilla pero efectiva. Gracias por los gratos recuerdos!

Saludos

Anónimo dijo...

Uhhh heidi como no olvidarla jejeje

Hace milenios que la vi, ah pues en la decada de los 90's jajaja, y me acuerdo que veía Candy.... esas caricaturas de antaño son muy buenas, pero ya ni me acordaba de ellas... que tanto tiene de cierto que a Candy la regresan a cuidar niños huerfanos? Yo ya no recordaba el final y el otro día lo estaban diciendo en la escuela y se estaban riendo de los chapetes de Heidi jiji

Sale pues me voy cuidese

byE

Anónimo dijo...

Buen día, Excelentísimo monseñor

Heidi es una historia preciosa, a mi me encanta la he visto completa como 3 veces, a mi esposo tambien le gustan mucho las caricaturas viejitas, y nosotros hemos llorado con casi todos los episodios jejeje, esas caricaturitas tienen todo de lo que carecen las caricaturas que salen ahora
eran tiernas, los dibujos estaban lindos, eran divertidas sobre todo
ahora ve uno a los niños ver las caricaturas y están serios viendo nadamas

mis hermanas y yo lloramos muchisimo con Heidi y con Candy Candy :)

saluditos desde nuevo laredo

C.P.Fabiola Munguia De Cardiel