Seguramente hay algunos que lo ignoran lo que es el diezmo, pero la mayor parte de los contribuyentes religiosos se hacen que la virgen les habla:
En Durango ayer fue el último día para pagar el diezmo, el cual es una cooperación (forzosa) que los fieles entregan a la iglesia (incluyendo la catedral de Monseñor Bizarro) una vez al año, pero si quieren pueden repetir sus donaciones durante todo el transcurso de año.
Mi botín... ¡Ejem! Digo, el diezmo sirve para pagar los gastos que generan los trabajos de la evangelización, porque la iglesia (junto con mi catedral) se mantiene de las generosas aportaciones de su feligresía.
Les recuerdo para que quede bien clarito y después no me salgan de rajones, que según el 5° mandamiento de la Iglesia, TODOS estamos obligados a contribuir con el diezmo.
Quien no haya aflojado la lana, quiero advertirles que el Señor (de los Anillos) me ha encomendado la misión de convertirme en su cobrador oficial; por lo tanto, desde este momento acudiré a sus casas a recolectar el dinero que por derecho divino nos corresponde, y quien salga con sus payasadas de que no tienen efectivo o que me quieran pagar en especie con comida, gallinas, el refri, etc., los voy a enfriar en ese mismo momento.
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