Bendición internética - Miguel Ivan Rico, la lucha vs cáncer infantil

Hace unas semanas tuve el gusto de entrar en contacto con Fernando, integrante de mi grey bizarrina en Chihuahua. El me pidió que le echara la bendición internética a su blog que esta dedicado a su hijo Miguel Iván Rico, y después de darle una revisada, pos la mera verdad me quede impresionado. Me cae que los espacios en internet deberían de usarse como lo hace Fernando, no como otros flojos que nomás se la pasan hablando de películas, luchas, musica, la irracionalidad de las viejas y demás trivialidades.
Pues bien, como hoy 15 de febrero se conmemora el día internacional del cáncer infantil, creo que es momento apropiado para realizar la bendición de "El Gigante Dormido".

De entrada les digo que el sitio cuenta con abundante información sobre este padecimiento; por ejemplo nos informa sobre cuáles son los agentes cancerígenos, pone en evidencia algunas burradas cometidas por el sector de salud pública, hartas notas periodísticas, investigaciones médicas, etc. Pero en lo personal, creo que lo más destacable son las opiniones personales de Fernando sobre el tema, y el fuerte amor hacia su hijo.
Pues bien, desde este púlpito cibernético les ordeno que se pongan de pie porque voy a bendecir el blog de mi compadre Fernando:

¡Oh Señor (de los Anillos)! Reunidos hoy en tu nombre,
y con el inmenso poder que has delegado en el más sabio, humilde y guapo de tus siervos el excelentísimo Monseñor Bizarro,
Bendice hoy el blog que Fernando ha hecho en honor de la memoria de su hijo Miguel Iván Rico,
Para que toda la raza que visita mi catedral se vaya inmediatamente a dicho sitio,
Y que tengan la oportunidad de ampliar sus conocimientos sobre el tema,
Y quien no lea el blog de mi compadre Fernando, será excomulgado por Su Eminencia (a menos de que me compren indulgencias)
Bendice Señor (de los Anillos) el internet y los sitios protegidos por Monseñor Bizarro, quienes unidos glorificamos tu omnipotencia.
Deus, qui corda fidelium Sancti Spíritus illustratione docuisti, da nobis in eodum Spíritu recta sápere, et de ejus semper consolatione gaudere.

Per Chrístum Dóminum nostrum. Amen.