
En esta ocasión analizaremos uno de esos casos generados ex-profeso para sacar dinero y embrutecer a los lectores: Marvel zombies vs. Army of Darkness, una vomitiva miniserie del año 2007, donde se nos presenta una ridícula historia donde los superhéroes del universo marvel se convierten en zombies y se pelean con los no-muertos, un libro llamado Necronomicón, y por supuesto Ash J. Williams, todos ellos personajes principales de las de películas Evil Dead. Para los que no las hayan visto, dichas cintas fueron dirigidas por Sam Raimi (el mismo de los 3 filmes de Spider-Man); la primera fue un efectivo ejercicio de terror y se considera un clásico del terror; la segunda es un espectacular viaje visual de terror mezclado con humor; y el tercero es un filme de aventuras. En las 3 pelis el héroe fue Ash (interpretado por Bruce Campbell).
El año pasado un buen amigo que sabe que me gustan mucho las películas de Evil Dead me recomendo el comic, pero la verdad no me llamo mucho la atención. Sin embargo, el día de ayer uno de mis monaguillos lo traía y se lo quite para leerlo.

(Los Vengadores-zombies comiendo gente)
La historia es aburrida y llena de estupideces. Algo de lo más ridículo fue que los zombies-superhéroes eran conscientes de su transformación, y mientras devoraban gente tenían sentimientos de culpa. Que mamilas, me cae que el escritor se fue bien liso.

(Wolverine-zombie).
Para no hacer el cuento tan largo porque no lo merece, al final del día los superhéroes-zombies se comen a toda la gente, Ash se salva viajando a otra dimensión, y el libro Necronomicón es usado como papel de baño por Hulk-zombie. Me cae que se la bañaron con tanta estupidez.
Cuando leo historias tan ridículas como ésta, siento que los creadores piensan que soy tan idiota como ellos, lo cual es una ofensa para mi inteligencia. Me cae que en vez de aplicarse en crear algo que por lo menos sea divertido, nomás nos avientan porquerías.


Por supuesto que no recomiendo esta asquerosidad de comic, evitenlo en cuanto lo vean, no vale la pena el tiempo que van a invertir en leerlo; es más, si pueden quémenlo.
Amen.
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