Año - 1973.
De que se trata:
Una morra que se la pasa jugando a la ouija, se le mete el diablo. La mamá acude con un chorro de médicos pero no saben cómo sacárselo, y le recomiendan que vaya con el exorcista de su cuadra.
Calificación: 10.
5 puntos por la historia. Es interesante que la posesión se ubique en pleno siglo XX en el país más poderoso del mundo, en una era de avances científicos y tecnológicos que nada pueden lograr ante manifestaciones sobrenaturales. La película es un recordatorio de que los padrecitos somos la neta del planeta en asuntos espirituales.
2 puntos por la estupenda actuación del finado Jason Miller como el padre Damien Karras, uno de los aspectos mas destacables de la cinta.
2 puntos por la participación del sonidero mexicano Gonzalo Gavira.
1 punto para el actor Max Von Sydow, el mero mero sabor ranchero cuando se trata de exorcismos.
Veredicto Bizarro:
Le estoy dando una repasada en alta definición a mi videoteca personal, y ayer a la medianoche le tocó al exorcista.
*Cuando vi la peli en el cine si me dio miedo, lo acepto. Pero eso no significa que no sea muy macho.
* Si bien es cierto que la cinta es considerada como una de las mejores en la historia del cine de horror, ayer que me la volví a retostar me quedé con la sensación de que ha perdido parte de su encanto. Me explico: El filme fue revolucionario para su tiempo, sobre todo porque enfrentó temas vedados en el mundo de la religión católica y porque explotó nuestros miedos hacia el diablo, además de mostrar en la pantalla una despiadada posesión diabólica. No por nada, en un país tan católico como el nuestro, la película fue un impacto al grado de que en muchos cines no se permitía el ingreso de ancianos, personas con problemas cardiacos, embarazadas y menores de 18 años; es más, afuera de algunas salas había ambulancias para atender a los desmayados. Los que no me crean, pregúntenle a personas de 40 años en adelante que les tocó vivir ese momento.
Pero a 37 años de su estreno, considero que la cinta ha perdido vigencia debido a que la sociedad actual ha perdido fé. Ya no hay respeto para la divinidad, ni miedo al diablo. Si a un jóven de nuestro tiempo le decimos que se le va a meter el diablo si juega con la ouija hasta se va a reír de nosotros.
Lo anterior no significa que la película sea mala, al contrario, creo que la forma de narrar el combate entre el bien y el mal, es lo maravilloso del filme. Las historias previas de los Padres Merrin y Karras es lo que le pone más sabor a la pelea, y la abominable degradación que el diablo hace de una pobre adolescente, nos motiva a echarle más porras a mis colegas padrecitos para que le partan el queso al maligno.
*Casi no tiene música, no hay escenarios fastuosos ni hace alarde de producción, su fuerte es contar bien una historia.
*Es un referente para las películas del diablo y posesiones que se han hecho hasta el momento. Creo que en ese aspecto solo ha sido superada por Evil Dead (1981), una cinta brutal.
*Como no recordar la rola The Sentinel de Mike Oldfield, todo un símbolo de la peli que todo mundo de inmediato la asocia con el exorcista, aunque solo salga como 15 segundos.
*Solamente le pongo dos peros a la película:
Primero.- La historia del padre Merrin esta muy distanciada de los demás, se une de forma muy brusca casi al final del filme.
Segundo.- El mensaje "ayúdenme" en la panza de la protagonista, es una jalada.
* Todas las secuelas son una reverenda payasada, incluída la versión del director del año 2003 donde con el ánimo de volver a desangrar nuestros bolsillos, le pusieron escenas adicionales que el propio director dijo en entrevistas previas que eran innecesarias.
La honrosa excepción es el Exorcista III, el hereje.
