Reseña concierto - Dio en Chihuahua

En memoria del gran cantante, voy a reseñar el concierto que dió Dio en Chihuahua, Chih, el 28 de julio del año 2006 DC, y al cual tuve la oportunidad de asistir.


El primer problema que se me presentó para asistir al concierto fue la compra del boleto, ya que no se podía adquirir por internet. Pos que se me prende el foco y llamé a uno de los puntos de venta: Pizzas del Rey, a ver si había alguna forma de adquirirlo remotamente y me dijeron que no; es más, me informaron que los de zona VIP ya se habían terminado. Casi en estado de shock, llamé a todas las pizzerías El Rey del Estado de Chihuahua, pero ya no había ninguno. Triste porque me iba a tocar en el área de la perrada, providencialmente me llamó al celular el Hermano Leo: Monseñor Bizarro, estoy de vacaciones en Chihuahua y estoy en las taquillas del recinto donde se presentará Dio, aún hay lugares para la zona VIP ¿Le compro uno? Que el Señor (de los Anillos) bendiga al hermano Leo, me salvó de estar con la chusma. A partir de aqui voy a poner algunas fotos que tome con mi celular, ya sé que están bien chafas, pero fué lo único que pude lograr.

Ya con boleto seguro, se me ocurrió trasladarme a Chihuahua en mi auto y precisamente cuando llegué al primer semáforo de la ciudad, le estaba agradeciendo al Señor (de los Anillos) que me había dejado llegar con bien y... ¡Sopas! Sentí un golpe en la parte posterior. Me bajé echo un energúmeno reclamándole al conductor de la camionetilla que me pegó y me dijo No mi compa enmascarado, a mí también me pegaron, vamos a revisar. Efectivamente, un vato que iba borracho (a las 12 del día!) provocó una carambola, y todavía se quería dar a la fuga, pero entre varios lo bajamos de su troca y lo sometimos a purasb patadas en la cola hasta que llegaron los tamarindos. Después supe que ese borracho era cliente frecuente de las oficinas de tránsito, y que en una ocasión había chocado contra ¡una montaña! Esa fue mi bienvenida en la primera visita que hice al Estado Libre y Soberano de Chihuahua, y en retrospectiva, creo que fué un augurio de lo que vendría durante el transcurso del día.

Ya instalado en el hotel, me aventé un sueño reparador y antes de ir al concierto me reuní con el hermano Leo, a quien agradecí que me haya salvado de la gallola. Nos fuimos de shopping a las tiendas rockeras, por lo que llegamos un poco tarde a LA CERVECERÍA, así se llamaba el lugar donde tendría lugar el concierto (otro aviso más). El recinto estaba dividido en tres partes; Dio se presentaría hasta el fondo en la parte central, pero lo más extraño fué que a los lados había pura raza con música de banda y norteñas ¡Ah jijos no manches! había una mezcla de gruperos y rockeros que nunca me había tocado presenciar, por un lado los payolos sombrerudos cinto pitiado con sus viejas rosas salvajes bien buenas, y por el otro lado los roqueros greñudos de playeras negras con sus viejas vampiresas bien buenas. Juntos pero no revueltos, un espectáculo indescriptible.
Pos había rockeros de varias ciudades aledañas, e incluso algunos de Sonora, Coahuila, Zacatecas, Nuevo León y Durango representado dignamente por el hermano Leo y yo. Mientras hacíamos fila y con música de grupera de fondo, la gente comentaba que la noche anterior el guitarrista Craig Goldie y baterista habían estado en el bar El Cráneo donde tocaron algunas rolas, tomaron cheve y firmaron autógrafos; que las estaciones de radio le habían dado mucha promoción al evento; que el cantante se había hospedado en un hotel de una plaza Galerías; que Chihuahua estaba a punto de convertirse en la nueva capital nacional del rock porque meses atrás habían estado los Scorpions y no sé quien más. Había otros asistentes que trataban de impresionar tanto a sus cuates como a los oyentes casuales, aventándose impresionantes disertasiones sobre la trayectoria de Dio y sus producciones discográficas; en fin las consejas estaban al por mayor. Pos total en eso estabamos cuando ¡empezó a llover! Tuve que bañarme a fuerzas.
Después de estar haciendo fila como una hora, por fin se dignaron en abrir las puertas y pudimos acceder a una explanada amplia, hagan de cuenta que su equivalente acá en Durango era el Premier, solo un poco más pequeño. El escenario ya estaba instalado pero estaba medio ojete como para presentar a uno de los cantantes más emblemáticos del metal, pero en fin. Llegamos hasta adelante de la zona VIP  al pie del escenario, adelante de nostros solo había un vato alucinado que se enojó cuando los del sonido pusieron un par de rolas de Ozzy, quesque porque Dio se iba a enojar, según le dijo a su vieja. Este era el escenario, espero que en la foto se alcance a distinguir la mantota con la portada del Holy Diver.


Pos otra hora parados como flamingos esperando a que empezara el concierto, y en eso, entre las cercas que dividian el estacionamiento y el recinto, Dio llegó caminando como si nada. Pos luego luego la raza empezó a corear su nombre, se detuvo para hacer la señal de los cuernos y se metió a su "camerino", una especie de casa de campaña que pusieron en la parte posterior del escenario.
Les comentaba que el lugar donde se celebró el concierto se llamaba Cervecería, pos me cae que si le hacía honor a su nombre: la cheve se vendía en cantidades industriales y los rockeros chihuahueños (¿o chihuahenses?) la consumían exacerbadamente como vikingos sedientos, de tal forma que cuando empezó el concierto, gran parte del "respetable" público ya estaba bien borracho y acelerado.

Para no hacerla tanto de emoción, que se apagan las luces y que empieza el concierto. La voz de Dio estaba en plena forma a pesar de que ya se le notaban los años, además de que le daba un toque teatral a sus canciones porque se movía como si estuviera represantando la canción con su cuerpo.
Me van a dispensar que ya no me acuerde de algunas rolas que cantó, pero abrió con Children of the sea ¡Ahhh, que fregón! e inmediatamente después reventó Computer God, con la voz de Dio en todo su esplendor ¡Ah Jijos de la Llorona! Vean la foto, era lo más cerca que podías estar con Dio en el concierto.


Pos depués de tremendo empiezo, comentó que le gustaba mucho estar en México, que acababa de publicar un disco en vivo donde se aventó íntegro el Holy Diver y... ¡Sopas! Que empiezan a tocar las primeras rolas que integran dicho álbum: Stand it up and shout, Holy diver, y en esas estaban cuando algún zoquete aventó un bote de cerveza que pasó muy cerca del tecladista Scott Warren, quien evidentemente se molestó ¿Cómo es posible que en esos eventos vendan las cheves en bote, no ven que se pueden utilizar como proyectiles? Pos así se estilaba en Chihuahua en ese entonces.


Total, cuando terminaron la de Gypsy yo creía que de verdad iban a tocar todo el disco, y lo quesque me estaba preparando para disfrutar la de Caught in the middle (una de mis favoritas de Dio), el cantante dijo: No, no vamos a tocar el album completo, tenemos algo mejor para Ustedes; efectivamente siguieron rolones como Don't talk to strangers, Rainbow in the dark y dos del disco prohibido en casa de mis padres: Sunset superman y All the fools sailed away que en vivo sonaron perronas, además de revivir buenos recuerdos rockeros. También hay que comentar que hubo solos de teclado, batería y guitarra; por cierto mientras  Craig Goldie daba cátedra guitarrera, un inspirado borracho gritaba He is Mister Craig Goldie, He is Mister Craig Goldie. Mientras disfrutaba ese espectáculo etílico-rockero, los de atrás empezaron a empujar bien recio, y cuando creí que moriría aplastado entre las patas de los asistentes, me fijé que nomás eran dos chavos canijos los que estaban empujando a la gente; pa' pronto el hermano Leo y yo se las hicimos de emoción y todavía se pusieron al brinco, pero no paso a mayores.
Los de gayola se aventaban enjundiosamente, y los polis continuamente sacaban de las greñas a muchos rijosos, la mera verdad creí que el relajo se iba a desbordar.

 Pos la raza empezó a pedir el pilón, y Dio regresó anunciando que tocaría 2 rolas que apreciaba mucho; se trataba nada más y nada menos que The man on the silver mountain y Long live rock & roll ¡¡Fta, dos rolotas de cuando estaba en Rainbow!! ¿Que más podía pedir su párroco metalero? Ni chance dio de respirar cuando anunció que a continuación vendría una de las rolas favoritas de su carrera ¡¡¡Heaven and Hell!!! Jijo de toda su madre: empezó el bajeo, todo se sumergio en tinieblas, una luz roja alumbró el rostro de Dio y hacía unas caras bien maniacas mientras mandaba su saludo rockero, y cuando la rola iba como a la mitad y todos estabamos en pleno orgasmo metálicobien contentos y felices, a un estúpido borracho se le ocurrió aventar un bote de cerveza que pasó muy cerca de Dio. Pa´pronto el cantante se enfureció, movió su dedo índice negativamente diciéndo algo así como que ese tipo de conductas era reprobable, y que en ese momento daba por terminado el concierto. La raza empezó a gritarle que no y el alarido cada vez se hizo más fuerte; yo me imagino que Dio(s) se compadeció y dijo algo así como Orale pues, no vamos a echar a perder la presentación por un zoquete. Nuevamente empezó heaven and Hell, y la raza le respondió con una estruendosa ovación. La mera verdad se me hizo desconcertante el comportamiento salvaje del público chihuahuense; el cantante tenía todoa la razón y el derecho de suspender el concierto, pero decidió seguir adelante; creo que eso habla del gran respeto que el cantante tenía con sus verdaderos seguidores.


Cuando se terminó la rola creímos que el concierto había terminado. Ya nos habíamos enfilado a la salida y en eso Dio otra vez regresó al escenario para despedirse ora sí de a deveras con dos temazos: We rock y uno de mis favoritos, The last in line.
Dio estuvo demoledor en su concierto en Chihuahua, pero desafortunadamente el público no estuvo a la altura del artista. Cuando saliamos del recinto, en los salones contiguos resonaba la música norteña y de banda. Mientras los rancheros de pavimento bailaban de a carton de cheve con sus gatas gruperas, pudieron ver a un montón de rockeros que desfilaban hacia la salida del territorio chunto que habían invadido, para presenciar el concierto de uno de los mejores cantantes en la historia del rock pesado.



Pos así estuvo la cosa, al otro día tuve que ir a tránsito de Chihuahua a arreglar lo de mi choque, y en cuanto me dieron mi licencia de conducir, me regresé de ipso-facto a Durango en mi carro chocado, sin defensa trasera, sin calavera y con la cajuela hundida. Ya no quería estar más en un lugar donde proliferaban los borrachos: uno daño mi carro y cientos más demostraron su salvajismo ante uno de los mejores cantantes en la historia del heavy metal.



Crónica de un humilde fan de Ronnie James Dio, que tuvo la fortuna de asistir a uno de sus conciertos en México.

Aquí hay una liga para leer las condolencias de algunos reconocidos metaleros, en honor de DIO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola monseñor

que bueno que usted pudo ir a disfrutar de uno de los conciertos de Dio, y por otro lado las cosas que narra el comportamiento de la gente es verdaderamente vergonzozo, que pena que nuestros idolos se vayan pensando que todo el publico mexicano es igual de irrespetuoso
que pena de verdad

C.P.Fabiola Munguia De Cardiel

Unknown dijo...

Que buena review, gracias por compartir hermano, soy de chiwas y pues que mal, ahí quedó la esperanza de "Chiwas rock city"