Cruzada para exterminar a los gordos en México

Desgraciados gordos hijos de la chistorra, estéticamente son una ofensa para la raza humana, pero por fin las autoridades mexicanas se han puesto las pilas para liberar a nuestro México lindo y querido, de esas albóndigas con patas. Me explico.
Pos quesque en enero de este funesto año 2010, nuestro presidente Don Felipe Calderón Hinojosa nos dio otra de esas agradables noticias que han sido la característica de su sexenio: México ocupa el primer lugar mundial en obesidad, todo un logro. A raíz de esa revelación, las autoridades de salud se preocuparon porque su encomiable tarea de poner las recomendaciones "come frutas y verduras" en los sobres y empaques de la comida chatarra, no surtió efecto en la población. Como ahora existe temor fundado de que tanta manteca vaya a degenerar a la raza azteca e incluso ya se le considera una epidemia, la autoridá ha iniciado una cruzada para exterminar a los panzones, ya ven ustedes que los mexicanos siempre hemos sido esbeltos, guapos y finitos.
Por tal razón, la Secretaría de Salud ha decidido emprender la madre de todas las batallas: erradicar a los gordos, esos repugnantes seres que ocupan espacio extra y que para mantener su insultante peso, consumen el alimento que le debería tocar a otras personas.
El plan de ataque para sustentar la misión, es el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, denominado Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad. Dicho documento establece que nos estamos convirtiéndo en pelotas, que algunas de las causas son la comida rápida, estar echados en el sillón viendo la tele, y el principal enemigo: las tienditas de las escuelas, esos tugurios que incitan a los niños para cometer el pecado de la gula, ésos malditos centros de abastecimiento que los convierten en adictos a los dulces, chilitos en polvo, refrescos y demás cochinadas comestibles (Además, yo añadiría que cuando la vieja nos da de comer en la casa, también promueven la gordura, ya ven que a la hora de la comida nos dicen te sirvo otro poquito, otra tortillita, ándale acabate de comer lo que queda en la cazuela para lavarla, y cuando nos transforman en unos cerdos, ahora si nos dicen: estas bien gordo).

Los aliados de la Secretaría de Salud para librar esta gran guerra contra los porkys, son la SEP, STPS, SEDESOL, SE, SAGARPA, CONAGUA y SHCP (¡Les van a echar a Hacienda a los gordos, jajaja no manchen, con el puro susto van a bajar 5 kilos de un jalón y hasta se van a hacer diabéticos!).
Pos después de poner un chorro de gráficas, estudios y reflexiones, la Secretaría de Salud concluye diciendo que la alimentación es bronca de cada familia, y que impulsarán programas de orientación. No pos si, me imagino que en los sobres de comida chatarra van a aumentar el tamaño de las letras "Come frutas y verduras".
Con esas estrategias basadas en recomendaciones y consejos, me cae que van a tener un triunfo "redondo" en su combate implacable contra los panzones.

Pero para demostrar que no solo soy un criticón, desde éste púlpito propongo que la sociedad civil nos sumemos a esta gran batalla; deberíamos seguir el ejemplo de las jovencitas de la actualidad, quienes para terminar con la obesidad (y de paso andar a la moda femenina), se la pasan vomitando todo lo que se comen y por eso están todas flacas huesudas, lucen como la gente gente que se muere de hambre en Africa. Pobrecillas, por andar complaciendo vanidades femeninas, parecen cadáveres (por si no lo saben, a los hombres no nos gusta  roer huesos, sino que las viejas estén bien buenas con unas piernotas como de avestruz y una doble pechugota, así como Maribel Guardia, mas o menos).

En fin, yo apoyo a nuestras autoridades para que no haya más panzones; nomás ocupan espacio, parecen sapos, y se la pasan tragando todo el día.