Pero cuando se dio la famosa controversia de la guerra de los curas contra las minifaldas, mi colega declaro la siguiente anécdota que le sucedió con unas damas de "honor" que enseñaban las piernas en una boda, y que por méritos propios la citamos como una frase célebre:
¿Cuál honor con unas faldas abiertas hasta arriba?, y sentadas enfrente no me quedó más que mirar hacía arriba, pero la vista es muy natural y las mujeres provocan.
Mjj, JAJAJAJAJAJAJA
Para quienes deseen saber más al respecto, chequen la nota publicada por el periódico local El siglo de Durango.
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