Nicola Di Bari ha sido declarado un santo?!

Siempre he considerado que las baladas en español son repulsivas, sobre todo si se trata de aquellas de los años 70 y 80, con "cantantes" de la talla de Camilo Sesto, Palito Ortega, Dyango, Pimpinela, Lupita Dalessio, Mocedades y demás adefesios musicales. De hecho, en una ocasión mi compadre el Ing. Orona Valtierra, me comentaba que alguien había bautizado a ese genero como "canciones enfermas de amor", y creo que el término esta muy bien aplicado. Si no me creen, escuchen por ejemplo la canción POR ESE HOMBRE partes 1 y 2, donde Pimpinela y Dyango cantan un drama de proporciones épicas, donde abordan la historia de un cuate que le baja la esposa a su mejor amigo, pero tiempo después ella abandona al gandalla, quien desesperado acude con su rival de amores y ex-amigo para que le ayude a recuperar a la vieja que le bajó (!!), pero el mancornado contesta que la susodicha ya regresó a sus brazos (¡¡Ah jijos!! Chequen el video de la parte 1 en YouTube). Que asco, es vergonzoso que este tipo de música haya sido la que dominaba a las masas de aquellos años, y además esas porquerias eran promocionadas de forma entusiasta por el finado Raúl Velasco, a traves de su programa Siempre en Domingo ¡Guácala!

Dentro de esa élite de enfermos de amor, se encuentra un cantante italiano llamado Nicola Di Bari. La historia de su vida artística es tan ridícula como la letra de alguna de sus canciones, y si no me creen, lean la siguiente declaración que hizo el propio Nicola Di Bari en una entrevista: "Mis compañeros de colegio me persuadieron para que ayudara a vender su mercadería a un heladero que no tenía pregonero. No sólo se acabaron los helados, sino que se formó un coro para escucharme. Entonces decidí que sería un cantante popular, y mi deseo se cumplió". ¡¡Que sangrón y payaso!!

Con menudos antecedentes, les comentare que este cuate se hizo muy famoso con sus canciones Los días del arcoiris, Amor regresa a casa (¡Puaj!), La primera cosa bella, Mi corazón es un gitano (¿¡Ah pa' nombrecito, estas loco o qué te pasa!?), Trotamundo, etc. Uno de sus mayores logros fue haber sido finalista en varias ediciones del festival de San Remo durante la década de los 60 y 70 del siglo XX; dicho festival era como una especie de reunión de cantantes enfermos de amor ¡Imagínense!
Su estilo tan personal y romántico hizo que se le conociera como "El último romántico", e incluso grabó una canción con ese nombre ¡¡Nooo, por favor, ya basta de tanta cursilería!!

Por lo anterior, imagínense la desagradable sorpresa que me lleve, cuando en mi viaje a Puebla entre a la Catedral, y me encontre con la imagen de un santo llamado ¡¡¡Nicola Di Bari!!!, y si no me creen, chequen la siguiente fotografía. Pueden agrandarla haciendo click en ella, para que vean que no miento respecto al nombre.

Por lo que les he comentado, ahora más que nunca estoy convencido de mi noble tarea divina de predicar el Heavy Metal. Si Nicola De Bari ha sido declarado un santo ¿Por que no hacer lo mismo con Black Sabbath, Judas Priest, Iron Maiden, Pantera, Scorpions, etc.? De hecho, yo ya comence mi labor poniéndole nombres de las canciones de Black Sabbath a mis templos diseminados en diversas partes de la república ¿Y tú hermana (o) del metal, que estas haciendo al respecto?