Siempre es un placer observar cuando alguien se toma una cucharada de su propio chocolate, aunque en el presente caso no fue una cucharada sino tragos completos de caca y miados.
Por andar de chismoso con las inundaciones chilangas, un reportero de TV Azteca se aventó un clavado a una alberca de aguas negras ¡Ahhh! que deleite ver que él mismo se haya dado su merecido. A final de cuentas, las transmisiones de TV Azteca también son caca.
Y el camarógrafo en lugar de ayudar a su compañero, siguió grabando todo. Así son de ruines.
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