En ocasiones es difícil comprender las desiciones del Señor (de los Anillos). No es porque yo sea rejego y huraño, pero me cae que no comprendo porque fregaos se llevo a Cliff Burton, bajista de Metallica. La tragedia sucedió un 27 de septiembre del año 1986 en un accidente automovilístico, cuando Metallica andaba de gira por Europa y el camión donde viajaba personal de la banda se volcó, Cliff Burtón salió expulsado del vehículo y éste le cayó encima provocándole la muerte de ipso-facto.
Burton tocaba el bajo bien chido, nomás hay que escuchar rolas donde se nota su influencia como For whom the bells toll, The call of Cthulhu, Master of puppets, The thing that should'nt be, Orion, y sobre todo la de (Anesthesia) Pulling teeth que viene en el primer album de Metallica, y que es todo un legado de su maestría en el bajo. Cuando Cliff estaba en Metallica en cada disco sacaban una rola instrumental fregona (casi casi hasta progresiva); como homenaje póstumo, Metallica le dedicaron el tema instrumental To live is to die que viene en el disco And justice for all (1988). Además hay que recordar que en los conciertos Burton se aventaba unos solos que se conviertieron en uno de los platos fuertes de las presentaciones en vivo de la banda.
Pero Monseñor Bizarro esta convencido de que si Cliff Burton no hubiera muerto, Metallica no habría chafeado y tampoco se hubieran convertido en unos vendidos y traidores del metal, tal como lo hicieron a partir de su repugnante disco Load (güacala).
Cliff Burton siempre será recordado como uno de los grandes en la historia del Heavy Metal.
Requiescat in pace, potius mori quam foedari.
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